Menu Principal:
Extracto de la entrevista realizada por el foro "Zona Militar" a la Ministra Nilda Garré
Introducción de la Sra. Ministra
El proceso de transformación está asentado sobre la base de criterios que privilegian la acción conjunta, la racionalidad en la gestión de los medios y los recursos; la profundización de un modelo de fuerzas armadas de naturaleza defensiva adecuado a las disponibilidades económicas de nuestro país.
La recuperación de capacidades es un hecho. La reconversión de los helicópteros UH 1H a Huey II en talleres propios, la media vida del submarino ARA San Juan, las reparaciones del rompehielos ARA "Alte. Irízar", entre otros y la construcción patrulleros oceánicos en los astilleros recuperados del Complejo Industrial Naval Argentino, la repotenciación de motores de vectores, la recuperación de la Fábrica de Aviones de Córdoba que encara, además del mantenimiento de los aviones de la Fuerza Aérea, la fabricación de versiones modernizadas del PAMPA y el PUCARÁ. A quien no le alcance todo esto, debería recordar el estado en que quedó la Defensa en ausencia de definiciones que rediseñaran el "para qué" del instrumento militar.
ZM: ¿En qué situación se encuentra el Proyecto CH-14 Aguilucho?
NG: Este proyecto finalizó con éxito la primera etapa, referida a la certificación como helicóptero experimental emitida por la Dirección Nacional de Aeronavegabilidad.
En 2009 el Ministerio de Defensa inició los estudios y análisis técnicos referidos a su certificación definitiva y a la homologación que instruí yo personalmente en la Resolución MD ?430. Se encuentra en evaluación lo realizado por el Comité de Homologación del Ministerio de Defensa durante el año pasado, así que espero que los trámites sigan su curso y en breve hayamos dado este paso tan importante para desarrollar esta tecnología. No se trata sólo de construir un helicóptero, sino de generar en el futuro las condiciones indispensables para que la sociedad incorpore los patrones de producción industrial necesarios para llevar a cabo estos proyectos. Un helicóptero implica alcanzar grados de planificación de investigación, de desarrollo tecnológico e industrial, movilizando cantidad de pequeñas y medianas empresas, capacitando al personal técnico, etc. Cuando concretemos la certificación y homologación se podrá considerar la posibilidad de iniciar la etapa de producción. Espero que en el mediano plazo, podamos satisfacer con el CH 14 necesidades operativas de las Fuerzas Armadas relacionadas con la instrucción y exploración.
ZM: Tenemos conocimiento que se ha realizado satisfactoriamente el Proyecto Tucán (armado de los P3 Orión con exocets), ¿nos puede brindar alguna información al respecto?
NG: En los últimos meses hemos optimizado el alistamiento de los aviones P3, en todos los aspectos operativos de interés, haciendo que los arsenales aeronavales de Trelew encargados de su mantenimiento se dediquen exclusivamente a ellos para optimizar recursos de personal, repuestos y partidas. En consideración a lo extenso de nuestro litoral marítimo y a las prestaciones operativas de estas aeronaves, son sin duda un excelente recurso para dar respuestas a los múltiples requerimientos que se presentan a la Defensa.
Respecto al armado de los P-3 con misiles Exocet, hemos realizado la instalación de un sistema prototipo a bordo de una aeronave P-3B. No se ha realizado aún el lanzamiento de un misil de combate. Pero sí están en curso las pruebas de vuelo, de desprendimiento del misil con un simulador especialmente construido. A la fecha se han realizado una importante cantidad de lanzamientos simulados de este tipo.
ZM: ¿Existe el planeamiento de adquisición/construcción de un buque desembarco/ayuda de la comunidad como estaba contemplado en el Plan Apolo?
NG: El denominado Plan Apolo fue producto de la ausencia de conducción política de los programas de las fuerzas, en este caso de la Armada. Se proponía en 10 años realizar una cantidad inmensa de objetivos que dependían de inversiones inverosímiles, que finalmente fueron sepultadas por la crisis de 2001. En el pasado se produjeron muchas frustraciones al pretender encarar grandes emprendimientos sin haber asegurado previamente las bases, tecnológicas, humanas y económicas, que hacían viable su realización. Un fracaso, como bien sabemos a esta altura de la historia, muchas veces implica la pérdida de todo lo logrado. Por eso, la política naval debe articular adecuadamente la necesidad de contar con una flota de guerra eficiente, con el desarrollo económico, la protección del medio ambiente marino, el fomento de la industria naval y la consolidación de un sistema internacional basado en la multilateralidad y en el respeto a las normas del derecho internacional. En esa línea de acción comenzamos a evaluar la viabilidad del sostenimiento de algunos medios obsoletos o excesivamente onerosos que demandarían enormes inversiones para su recuperación y mantenimiento. Como hemos explicado a lo largo del Ciclo de Conferencias sobre los Intereses Marítimos de la Argentina y la Defensa Nacional "Almirante Storni", una flota mediana como la nuestra deberá basarse en el corto plazo en una reasignación de roles de los materiales existentes antes que en una línea de adquisiciones masivas.
Por eso debemos propender a la estandarización de sistemas y equipamiento y proveer a la industria naval un volumen estable de requerimientos que les permita recuperar las capacidades sacrificadas en la década del noventa.
En relación a la construcción de un buque de desembarco y ayuda humanitaria, la política central de desarrollo de las capacidades productivas de nuestras empresas de defensa, es la adquisición progresiva de cada vez mayores conocimientos y recursos. Ahora bien, esto implica mucho esfuerzo, material y humano, y conlleva ciertos tiempos que deben ser respetados so riesgo de precipitar procesos que luego desembocan en fracasos, como el mentado Plan Apolo, si no se ejecuta correctamente. En función de esto es que somos muy cautos a la hora de planear las estrategias de desarrollo y recuperación de capacidades que estamos requiriendo como país, como Ministerio de Defensa y como Fuerzas Armadas.
ZM: ¿Existe actualmente en la Fuerza algún proyecto de reemplazo de los aviones Mirage III pertenecientes a la VI° Brigada? ¿Se considera al Mirage F1 como posible sistema de reemplazo? ¿Ha sido considerado el sistema Kfir C10 como opción? ¿Ha sido determinada la fecha de desprogramación del sistema Mirage III?
NG: La desprogramación del sistema de armas Mirage III ha sido establecida entre el año 2012 y el año 2014. Por eso desde el Ministerio de Defensa, asesorado por el Estado Mayor Conjunto y la Fuerza Aérea hemos comenzado los estudios para buscar un sistema de armas capaz de reemplazarlo.
Esta ecuación, que tiene como eje el actual Ciclo de Planeamiento, integra las opciones que se presentan en el mercado, las características geográficas de nuestro país y los costos de los distintos sistemas de armas. Entre las alternativas se cuenta el Mirage F1 y el Kfir C10. El primero es de origen francés y su constructor es Dassault Aviation, el mismo fabricante que los Mirage III por lo cual no significaría un cambio radical con respecto a la tecnología que ha manejado la Fuerza desde hace 40 años. El Kfir C10 es de origen Israelí y su constructor es IAI (Israel Aircraft Industries).
Ambos sistemas de armas reúnen las condiciones de permitir una rápida y fácil transición con el Mirage III, (factor importante teniendo en cuenta la fecha prevista para la desprogramación) ya que presentan características similares, existen aviones disponibles en el mercado a un costo razonable e inicialmente cubrirían las tareas que dejaría de realizar el Mirage.
No podemos desvincular el tema de los aviones de combate, del cuadro más amplio en el que se insertarán: el de una autonomía conquistada en materia industrial para el mantenimiento de todo tipo de aeronaves, a partir de la recuperación de la Fábrica de Aviones de Córdoba. Nuestra gestión apostó desde el comienzo al trabajo de los hombres de armas para levantar talleres aeronáuticos específicamente militares. Ese es el punto panorámico desde el cual se debe considerar la incorporación de material de combate.
ZM: ¿En qué consiste el Programa MATE? ¿Cuáles es el cronograma establecido en el próximo período?
NG: El programa MATE (Modernización de Aviones de Transporte y Enlace) consiste en adecuar los sistemas de armas C-130, F-28, F-27, Twin Otter y Learjet 35 A (que tienen 40 años de servicio en promedio) a las exigencias de aeronavegabilidad que deben cumplir los aviones civiles, pudiendo así operar en todos los espacios aéreos sin restricciones y logrando así mayor seguridad y fiabilidad en todas las complejas operaciones que desarrollan. Estos requerimientos establecidos en las directivas nacionales e internacionales se relacionan con condiciones de vigilancia, control y seguridad. El proyecto fue realizado en un principio por la Fuerza Aérea y Lockheed Martin. Hoy lo continúa realizando la FAdeA en Córdoba. Al día de la fecha se han modificados algunos aviones de cada sistema con excelentes resultados. Fuerza Aérea tiene previsto finalizar con los aviones que no han sido actualizados: dos F28; un F27; un C130; un Twin Otter. Se encuentran en proceso de modernización dos F28 (Fuerza Aérea y Armada); un F27; dos C130; un Twin Otter y un Learjet. Asimismo se ha planificado modernizar en los próximos dos años otros dos F28 (FAA y ARA); un F27; tres C-130 y dos Twin Otter. Voy a insistir en este punto: sólo es posible esto si disponemos de un mecanismo industrial reactivado, que genere puestos de trabajo de mano de obra especializada.
ZM: ¿En qué consiste el Programa DARDO II? ¿Cuáles es el cronograma establecido en el próximo período?
NG: El proyecto "DARDO II" se trata de una bomba inteligente del tipo "JSOW" (Joint Stand-Off Weapon), guiada por GPS. Este proyecto es llevado adelante por la Dirección de Investigación y Desarrollo de la Fuerza Aérea Argentina y fue ensayada en aviones A4-AR Skyhawk y Mirage. Recientemente incorporamos a la Armada al proyecto, a los fines de equipar los Súper Etendard con este armamento de desarrollo y producción nacional. No me canso de enfatizar que, más allá de la potencialidad bélica de esta bomba, es fundamental este paso para la proyección de nuestro complejo industrial militar, La bomba ya ha sido probada y homologada en los aviones mencionados y en el próximo período se espera avanzar con el proyecto "DARDO III" que sería sobre la base del "DARDO II" incorporándole propulsión y mejorando el sistema final de puntería.
ZM: ¿En qué consiste la actualización de los Pucará "Echo"? ¿Está previsto llevarla adelante?
NG: El bimotor turbohélice de diseño y construcción argentina IA-58 Pucará, no deja de ser un avión de la década del 70. Sus equipos de comunicaciones como los de navegación están desactualizados y sus sistemas, lógicamente, fueron degradando. Con la Fábrica de Aviones hemos firmado el "contrato 10" que incluye: modernización de comunicaciones, sistema de navegación y actitud de nueve aviones Pucará, de esta manera se pretende actualizar en el corto plazo estos sistemas, este programa tiene dos años de duración y ya se encuentra listo el prototipo de la parte Comunicaciones.
En forma paralela se comienza con el Proyecto de Re motorización del avión, también incluido en dicho contrato. En este caso se deberá llegar al roll-out del avión con el nuevo motor a fines del 2011. Este programa incluye además la actualización de elementos que adolecen de obsolescencia y cuyo mantenimiento es muy costoso y difícil de realizar.
ZM: ¿Cuáles son las perspectivas de producción y exportación de FADEA?
NG: Generar ciencia, tecnología y producción es hoy, más que nunca, una forma más de la realización de una nación. Nuestra misión es estar a la altura de nuestras responsabilidades, en ello también reside la satisfacción que brinda el haber contribuido a mejorar las sociedades en las que vivimos. En este sentido, retomando el rol que el Ministerio de Defensa viene teniendo en la recuperación productiva de Argentina, debemos señalar un camino de acciones que nos llena de prudente satisfacción. Hace dos años recuperamos el astillero TANDANOR y el Alte. Storni; el primero es la empresa de reparaciones navales más importante del país y el segundo, una formidable instalación concebida y construida a principios de la década del 80 para la fabricación bajo techo de submarinos de última generación, incluso nucleares.
En ese mismo camino, el 27 de agosto de 2009 se promulgó la Ley 26.501, mediante la cual se formalizó la autorización brindada por el Congreso Nacional al Estado Nacional para la compra de la totalidad de las acciones de Lockheed Martin Aircraft Argentina S.A, titular de la concesión de la fábrica de aviones de Córdoba, también concretada en los 90. La ley abrió la fase final de reincorporación a un plan de desarrollo integral de la industria aeronáutica nacional, a una de las más emblemáticas empresas argentinas.
Esto representa un momento histórico para la industria aeronáutica nacional. En cierta forma estamos ante un nuevo nacimiento, que como todo alumbramiento va cargado de esfuerzos y de incertidumbres, pero también está atravesado de esperanzas, que esperamos sean comprendidas y acompañadas por todos los actores involucrados: funcionarios, empresarios, trabajadores y sindicatos. Por ello creemos que el esfuerzo que el Gobierno Nacional viene haciendo en todas estas iniciativas requiere el acompañamiento de muchos actores sociales. Las políticas de Estado que trascienden por su bondad a una administración particular son empresas colectivas.
Si bien es cierto que los escenarios del presente son diferentes a la época de oro de la Fábrica, con esta medida el Poder Ejecutivo apuesta decididamente a retomar la senda de la producción aeronáutica en el marco de un proyecto de articulación regional que nos ampliará el horizonte más allá del mercado interno. Esta recuperación histórica nos encamina a saldar una deuda que tenemos con la tradición que dio origen a un capítulo de gloria de la industria nacional y en el que la Fuerza Aérea debe volver a participar con sus mejor capital humano. Asimismo, este desafío repercutirá sin duda en la red de empresas, fundamentalmente pequeñas y medianas, asociadas al quehacer de la industria aeronáutica, las que contribuirán a su vez a traccionar el desarrollo industrial de la Nación.
Por todo esto, FAdeA está actualmente concentrada en la recuperación de sus capacidades de diseño, desarrollo y producción de aeronaves y sistemas aeronáuticos (piezas, conjuntos y subconjuntos), para ello se encuentra enfocada en tres proyectos troncales:
Continuación y modernización del proyecto IA-63 Pampa a través de la adaptación e instalación de un nuevo motor, y la producción de estructuras para nuevas unidades. Modernización de la aviónica y re motorización del IA-58 Pucará. Avanzar en el proceso de calificación como proveedor de EMBRAER.
El proyecto EMBRAER, representa a su vez, la clara oportunidad de diversificar la producción de la fábrica hacia el sector civil.
En cuanto a los planes de exportación inmediatos, la acción más trascendente en este plano y con más posibilidades de dar resultados satisfactorios en el corto plazo, es el proyecto EMBRAER. Para FAdeA, esta iniciativa no sólo es la oportunidad de ser proveedor de uno de los 6 fabricantes de aviones más grandes del mundo, algo de por sí extremadamente relevante, sino que constituiría también, un antecedentes formidable para aspirar a la participación en otros programas de cooperación, tanto productivos como de desarrollo, con la misma empresa o con otros actores relevantes del sector en el mercado mundial. Simultáneamente con estas acciones, se está trabajando en el fortalecimiento de su área comercial con el propósito de hacerla más competitiva y eficiente. A su vez, la modernización de su principal producto, el IA-63 Pampa, traerá como beneficio anexo tornarlo más atractivo para los potenciales demandantes internacionales.
Un especial agradecimiento al foro Zona Militar